Como os prometí ayer mismo, aquí os dejo el relato-reflexión que escribí durante mi vuelta en bus camino de casa (o sea, que esta hecho en 10 minutos, 15 máximo). Lo he releído para asegurarme de no tener ninguna falta (he encontrado alguna i suelta :P) y realmente es algo rarito 'n.n Pero la verdad es que resume muy bien como me sentía ese día y como venía sintiéndome de los días anteriores. Así que el último párrafo (el más reflexivo) lo dejo a vuestra libre interpretación, ya que cada uno tiene su forma de ver el mundo y afrontarlo.
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Hacia poco más de un año y medio que conocía a Sophie, pero podía decir que la odiaba. No le gustaba pensarlo, y aún menos decirlo en voz alta, aunque todos parecían notarlo. No la odiaba profundamente (no merecía tal honor) pero si se había dado cuenta que su relación no podía mejorar. Y viendo que aún le quedaban casi tres años (por lo mínimo) de aguantarla, sabia que su relación sólo podía empeorar.
Odiar profundamente se guardaba para esas personas a las que ya no tendría que ver. Porque el odio consume el alma de las personas, y Charlotte no quería vivir amargada por culpa de esa estúpida.
Había momentos en los que el autocontrol de su cerebro cedía ante el orgullo y de su boca brotaban bonitas perlas de sarcasmo que le proporcionaban efímeras descargas de satisfacción.
Su estilo de vida era incompatible con la felicidad, al menos con lo que se considera ser feliz. Había dado lo que fuera por vivir en otra época, pero no por cambiar de actitud. Su forma de ser no le encantaba, pero sí que le gustaba lo suficiente como para defender incluso sus defectos. Entre ellos se encontraba una especie de orgullo que nacía de un sitio distinto al autoestima. Había aprendido a ser distinta y a aceptar que lo era y por eso mismo odiaba, o mejor dicho repelía, a aquellos que parecían navegar sobre la ola del mundo. Esas personas que aunque no tengan nada especial consiguen más de lo que merecen. Gente como Sophie.
Mentir para Charlotte no era ni de lejos una virtud, y cada vez se daba cuenta de lo fácil de leer que eran sus sentimientos para los demás. Su expresión cambiaba según la gente con la que estaba, su tono modulaba de otro modo, su lenguaje corporal parecía hablar idiomas completamente distintos... Y no poder esconder, o al menos disimular, sus emociones no era lo que se dice de ayuda. Así que fingía una sonrisa, o se callaba dejando una expresión neutra en su cara, guardando en su interior la bofetada que le daría a esas gafas ridículas. Todo el mundo parecía adivinar lo que sentía (y se lo recordaban cuando eso pudiera avergonzarla y dejarla en evidencia), pero parecía que a nadie le importaba.
Seguía preguntándose porque el destino la había juntado con fantásticas personas y luego la había lanzado junto a un montón de gente que no se preocupaban ni lo más mínimo por ella. Ya podría aparecer con una brecha sangrante en la frente que lo más sensible que oiría seria que les estaba manchando el sitio.
Sentir que uno no encaja parece algo recurrente en el mundo. Y al final el consejo universal es que algún día encontraras esas personas que son como tu, que ser uno mismo es lo mejor y bla bla bla. Pero tras ver que ni en tus rarezas encuentras ese sitio en el mundo, te preguntas que hiciste mal. Así que recurres al optimismo de nuevo, mantenerte como eres y esperar. Esperar a que una Sophie salga de tu vida y rezar para que otra no aparezca. Rezar para encontrar otra Charlotte con quien solamente te preocupes de si llegaras tarde a clase y no de si deberías decir eso o aquello para no sentirte aun mas fuera de lugar. En definitiva, esperar a encontrar tu lugar en el mundo, sintiéndote especial y única pero no sola.
Y cuando sientas que tu cordura y tus lagrimas no resisten más... Te dejas caer.
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¿Qué os ha parecido? Es solo una vía de escape, pero me apetecía compartirlo por si os sirven mis reflexiones deprimentes ;P
Nos leemos ^^
besitos<3
PD: Ya estuve actualizando las pestañas de las distintas secciones. A lo largo de la semana intentaré hacer una de reseñas, para tenerlo todo más a mano :) Y también actualizar los retos y desafíos de este año, que con Nacida a medianoche creo que puedo empezar a cumplir! ^^