Como pájaros encerrados escondemos nuestros pensamientos y verdades, ansiando el día en que por fin se abra la jaula y las palabras salgan solas de la garganta. Pero la jaula cada vez es más pequeña y nos da miedo comprobar la puerta. Estamos aprendiendo a vivir encerrados, y puede, solo puede, que cuando veamos abrirse la puerta ya no seamos capaces de cantar.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada